12.301 días inolvidables con mi abuela de Églantine Chesneau
Como solemos quedar al mediodía, y entre semana, la diferencia con el resto de la clientela es impresionante porque la mayoría está ahí por comidas de negocios, nuestro dúo alegre y atípico no pasa inadvertido, y todos nos miran con simpatía. Nunca he ligado tanto como cuando salgo a comer a un restaurante con mi abuela.
|