Yukio Mishima
¿Pudo aquello ser amor? Una forma de amor era sin duda, ya que, si bien en un primer análisis parecía conservar su prístina forma inicial sin variación, repitiendo siempre, una y otra vez, aquella forma, también sufrió su propio e irrepetible aspecto de decadencia y degradación. Y fue una degradación más perversa que la de cualquier otra clase de amor normal. En realidad, de entre todas la clases de degradación que se dan en el mundo, la decadencia de la pureza es la más maligna.
|