Vestidos de noche ) de Yukio Mishima
Iba a ser un matrimonio envidiable para todo el mundo. Por regla general era un paso obligado que las familias de los futuros contrayentes se hicieran pesquisas una a la otra, pero tal cosa no sucedió en este caso: a todos les gustaba todo. La vida humana es algo que, dependiendo de la buena suerte, puede discurrir plácidamente. Tal era la impresión que tenía Ayako.
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