Mi madre de Yasushi Inoue
Con la muerta de mi padre también comprendí que una de sus misiones en vida había sido protegerme de la muerte. Mientras él vivía —o quizá precisamente porque vivía—, yo nunca había pensado en mi propia muerte (al menos no de forma consciente, solo como algo que tenía escondido en un rincón del alma). Pero cuando mi padre murió, el conducto que me separaba de la muerte este espejo de repente y quedó completamente abierto, así que me vi obligado a mirar una de las mitades el rostro de la muerte: empecé a pensar que a mí también me llegaría la hora.
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