En su libro, el cineasta -en pareja con la hija de su ex mujer- se defiende de acusaciones de pedofilia y carga contra Mia Farrow.
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En su libro, el cineasta -en pareja con la hija de su ex mujer- se defiende de acusaciones de pedofilia y carga contra Mia Farrow.
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'A propósito de nada' llega este jueves a las librerías tras las polémicas antes de su publicación.
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- A PROPÓSITO DE NADA - Woody Allen - Traducción : Eduardo Hojman - 439 páginas. - Alianza editorial 🍁 Sensacional autobiografía del célebre director, actor, guionista y cómico Woody Allen , magistralmente escrita, cargada de ironía y de agudos comentarios que hace que te leas el libro con su voz todo el rato en la cabeza (la del doblador, claro) y por lo que he ido viendo nos ha pasado a todos los lectores, jiji. Es cierto que es un poco caótica en su estructura, pero pienso que está hecha con esa intención, a mí no me ha molestado. 🍁 He disfrutado muchísimo de la parte de su infancia y juventud, cómo narra la relación con sus padres, sus primeros sueños y las descripciones del Nueva York de los años 40 y 50. 🍁 Los entresijos y vericuetos del séptimo arte es algo que me apasiona y esta obra está llena de ellos y de cantidad de anécdotas del mundo del espectáculo. 🍁Sin obviar la parte del escándalo que todos conocemos. Yo personalmente he disfrutado más las otras partes, pero creo que ha hecho un buen trabajo en la exposición de los hechos y las sentencias y consecuencias que de él derivaron. 🍁Su filosofía de vida puede resumirse así: " Más que vivir en los corazones y las mentes del público, prefiero seguir viviendo en mi casa" ¡Genial! Muchas gracias a aAlianza editorial por la edición , ocupará un lugar destacado en mi biblioteca + Leer más |
No puedo ser totalmente imparcial a la hora de juzgar una obra de Woody Allen, porque soy un admirador confeso. Ni siquiera puedo serlo con su autobiografía A propósito de nada (2020), que el director de cine ha decidido publicar a sus 84 años. Vaya esto por delante antes de seguir leyendo esta reseña. Los recuerdos de infancia y juventud del joven Allan Stewart Konigsberg (más adelante Woody Allen) están relatados de forma intencionadamente caótica, con muchos saltos en el tiempo y continuas alusiones a sus raíces judías y el maravilloso caos familiar en el que creció. La narración es brillante y está llena de humor, algo parecido a lo que se puede leer en Groucho y yo, la autobiografía de otro de los grandes. Enlace: https://humildelector.com/20.. |
Es una maravilla. Prosa ligera, amena, divertida, ácida e inteligente. Los que le adoramos le reconocemos en cada frase. Es él el que escribe, el que narra y el que relata. Mención aparte merece el que esta novela haya sido escrita çintegramente con máquina de escribir. Así es nuestro Woody: maniático, concienzudo, genuino y único. Todo un personaje. Me ha encantado.
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No se puede decir otra cosa que una biografía con el sello de Woody Allen, con su humor y ironía habituales, que mentalmente te transporta a leerla com si lo estuvieras viendo interpretando una de sus películas. La narración a veces va y vuelve por el interés de acabar de contar una historia que le interesa, así como que no hay encabezamientos de capítulo ni ningún tipo de fechas, que al final conforma parte de la gracia que él le quiere dar al relato. Recomendable para aquellos que les gusta su cine y forma de escribir.
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Woody Allen es muy buen escritor, se le nota el oficio. En estas memorias llegamos a conocerle bien o esa es la impresión que queda, nos habla con mucha confianza, crea una maravillosa intimidad autor-lector. Me ha gustado mucho la primera parte del libro, sus inicios como cómico y su llegada al cine. Me han encantado las anécdotas de todas las películas que admiro. Por sacarle algún pero podría decir que a veces esa sencillez con la que se nos muestra puede pecar de falsa modestia. La parte dedicada al asunto "Mia" está bien solventado, cuenta y explica bien lo ocurrido, su versión claro, pero también aporta datos que la sustentan. Durante todos estos años ya me había informado y tenía opinión al respecto por lo que todo este salseo no me ha interesado demasiado aunque su lectura no se hace pesada. El libro está muy bien rematado con los últimos años de películas y algunos apuntes o reflexiones sobre lo que ha sido su vida de escritor y director, y su forma de ver y entender la vida. + Leer más |
Al margen de la historia personal de Allen en lo que respecta a su tortuosa relación con Mia Farrow, la acusación de abuso sexual y su matrimonio con Soon-Yi, todas estas memorias son divertidas e interesantes. Es verdad que el asunto en cuestión está muy presente en el libro (a mí hasta me llegó a resultar pesado), pero su lectura es muy amena. Cualquier fan cinematográfico estará encantado de leer a Allen de esta forma. Supongo que muestra muy bien quién es en lo artístico y en lo humano. Un tipo bastante sencillo y muy alejado de esa imagen intelectual que tiene (y que le han otorgado). Lo que más me ha interesado es su infancia y juventud y como poco a poco se fue convirtiendo en cómico. Me encanta cuando habla de sus "aventuras" escapándose a Manhattan, haciendo novillos y su fascinación por los espectáculos, el jazz, el cine, la comedia, etc.
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"Trabajo todo el día o, si no, al menos una parte de cada día de la semana. No porque sea un adicto al trabajo, sino porque eso me evita tener que enfrentarme al mundo, uno de de los escenarios que menos me gustan". Después de terminar esta autobiografía tengo claro que Woody Allen quizás no la hubiera escrito nunca de no haberse visto obligado a contarnos su versión sobre ese escándalo que lleva arrastrando desde hace décadas y desde luego me parece que está en su pleno derecho, después de llevar tanto tiempo siendo ajusticiado por los medios y la opinión pública, (y lo digo porque es una persona que no lee sus criticas, no acude a la recogida de premios y realmente vive su vida tranquilamente), no creo que hubiera escrito unas memorias nunca. Pero a lo que voy, gracias a ciertas circunstancias de su vida, tenemos la autobiografía de uno de esos directores de cine, que solo su nombre ya es una marca y toda una forma de narrar cinematográfica. Y leyendo esta autobiografía se hace raro pensar que es un señor de 80 y tantos años, porque no tienes esa sensación leyéndola, todo lo contrario, parece el texto de una persona joven llena de ilusión y de vitalidad. He disfrutado muchísimo de estas memorias dónde Allen hace un recorrido desde su infancia, su familia, su juventud, sus inicios en el cine, sus amigos, en fin, me ha parecido una autobiografía completísima de un hombre modesto y muy honesto, que nunca se ha creído estar por encima de nada y creo que repasa todas las polémicas de su vida, sus manías e inseguridades sin cortarse un pelo. "Usé el concierto como excusa, pero tampoco habría ido si hubiese estado libre. No me gusta la idea de que se premie obras de arte que no se realizan como un propósito competitivo sino para satisfacer un deseo artístico y, con suerte, entretener. No estoy interesado en el pronunciamiento, de ningún grupo respecto de cuál es la mejor película del año, o el interpréte más valioso. No quiero estar en este tema..." Y sí realmente te interesa el cine y disfrutas con él, te interesarán estas memorias. Woody Allen hace un repaso no solo de sus peliculas, sino de su forma de ver el cine, de como narrar y transmitir, y de la poca importancia que le da a todo lo súcedaneo para concentarse en crear. "La gracia de hacer una película es hacerla, el acto creativo. Los aplausos no significan nada. Incluso aunque recibas los elogios más entusiastas, seguirás teniendo artítritis y culebrilla. ¿Y es tan terrible que la gente no se extasíe con tu obra? ¿Qué a alguien no le guste tu película?" No voy a extenderme mucho en esta reseña porque es tan amplia la vida de Woody Allen, tan plena en lo que ha conseguido crear, que creo que no sabría ni por donde empezar. Eso sí, leer esta autobiografía solo por el morbo de sus litigios con Mia Farrow es una pérdida de tiempo, aquí hay mucho más que ese proceso legal quizás demasiado manipulado por los medios. Las descripciones que hace sobre momentos de su vida, sobre sus relaciones y sobre su cine, son lo que de verdad merecen la pena. Unas memorias largamente esperadas que han merecido la pena porque te hace sonreir y te hace pisar el suelo, y porque el mayor crítico consigo mismo es el mismo Woody Allen. Un placer de lectura. "He ahí otro dato sobre mi supuesta falta de inteligencia: mi absoluta falta de curiosidad. No tengo ningún deseo de ver el Taj Mahal, la Muralla China ni el Gran Cañón. No quiero visitar las pirámides ni pasearme por la Ciudad Prohibida. Y, definitivamente, no quiero estar a bordo de uno de esos primeros cohetes del espacio exterior, para mirar la Tierra desde lejos y experimentar la falta de gravedad. Soy un gran fan de la gravedad y espero que dure. Ni siquiera me pregunto a que se debe todo ese vapor que sale del suelo en las calles de Manhattan." Enlace: https://kansasbooks.blogspot.. + Leer más |
En las 400 páginas de 'A propósito de nada' el cineasta, de 84 años, recoge también algunas anécdotas relacionadas con su paso y sus rodajes en España. Dedica varias páginas a Oviedo y en especial lo que supuso la concesión del Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2002 por su dilatada trayectoria.
Enlace: https://www.elperiodicodeara.. |
Bueno Pues a mi como otros lectores también me ha gustado! ya leí Cuentos sin plumas, en la cuál me hice fan quizás más que de algunas de sus películas, y como no entrar en detalle en esa parte espinosa de su vida, aclarará a algunos lectores a leer la otra parte antes de juzgar. |
favorable a la vista de su parte final. Quizá si un día todo este escándalo se aclara podamos leer unas auténticas memorias, un libro completo sobre su arte y que, sin obviar este polémico apartado, no lo condicione de principio a fin. Es seguro que nada más satisfaría al autor y a sus lectores. |
A propósito de nada. Una obra brillante de un genio del humor. Un repaso a su herencia genética desde su abuelo y su padre (los cuales marcaron su forma de ver la vida) hasta el momento actual. Nos muestra toques de su vida personal, algunos de los cuales les ha servido como inspiración de sus obras posteriores. Todos los recuerdos que nos presenta están marcados por su gran capacidad de decorarlos con sarcasmos y comentarios muy directos. Pienso que es un libro no muy extenso, ya que toca algunos temas de su vida profesional muy por encima. Podemos ver, según nos muestra, que ha llevado una buena vida y que la suerte le ha acompañado, pero también ha sufrido unos reveses muy duros en el tema familiar, sobre todo. En líneas generales, nos muestra a un genio que, además, es agradecido con sus amigos y siempre intenta hacer bien las cosas y llamar poco la atención. Un libro altamente recomendable si te gusta su obra, su forma de escribir y pasar un buen rato con lectura de calidad. Enlace: https://www.amazon.es/gp/pro.. |
Probablemente a nadie le sorprende que Woody Allen haya decidido escribir una autobiografía, ¿Quién mejor que él para hacerlo? Sus delirantes diálogos y su nihilista manera de ver la vida hacen que todo lo que escriba sea tremendamente atractivo. El problema surge que antes de la publicación de este libro, casi todo el mundo sabía que tenía un propósito, por mucho que diga que no lo tiene en el título, defenderse de las acusaciones de Mia Farrow. Años después, y aún con las dudas, Woody decide dar su versión de los hechos. Empezar a leer este libro es adentrarse en la mente de Woody, disparatada, con un humor llamativo y demasiado desordenada. Quizás no conozcamos al director como persona, pero como artista, su sello es inconfundible. Entre sus páginas te pierdes en un monólogo enterno y una reflexión de la gran importancia que le da la gente a su carrera y lo poco influyente que se considera él mismo. Woody no deja de ser una persona reflexiva, sin miedo a la muerte que busca vivir la vida sin hacerse notar mucho en ella. Y eso, queda más que presente en esta autobiografía. La primera parte del libro es simplemente asombrosa, sus idas y venidas, las batallitas en medio de las historias, la realidad con la que narra su vida como si estuviese viviendo en este mismo momento lo que relata. Se critica a sí mismo, reflexiona sobre su pasado, ríe y recuerda con una magia aceptable su pasado. Merece la pena leer la autobiografía sólo por adentrarse en el monólogo incesante de la primera parte. Es impresionante, no se puede describir de otra manera, en cada página hay una frase, en cada frase hay palabras. Si quisiéramos copiar las frases que más nos gustan del libro, probablemente copiaríamos la primera parte entera. Nunca una vida tan poco interesante para uno mismo, llega a ser tan interesante para un ajeno. La segunda parte quizás no es tan atractiva, y para algunas personas es innecesaria, pero en la frase de entre las dos versiones de la historia está la verdad, no deja de ser una realidad y Woody necesitaba aclarar a viva voz qué ocurrió con Mia y las acusaciones de abuso que había recibido. En el libro relata algunos sucesos no tan conocidos en España, o por lo menos no por mi parte, y también habla de cómo lo hizo sentir y cómo llegó a enamorarse de su actual compañera de vida. Creo que todos llegamos a comprender mejor su versión al leer estas páginas, eso no hace que sea menos atractiva que la segunda parte, pero es una segunda parte justa, dado que todo el mundo merece defenderse de alguna manera, y Woody ha decidido hacerlo a través de páginas años después del suceso. En esta reseña no quiero entrar en a quien se debe creer o si debiéramos participar en un debate sobre un abuso a una menor de un familiar, quizás, lo que quiero reflexionar es que pese a que se han aportado pruebas, Woody nunca tuvo la oportunidad de defenderse. Es de buen recibo decir que probablemente si conociésemos a todos nuestros ídolos, ninguno acabaría siendo un ídolo, se quedaría en una persona que odiamos. A las personas que no conocemos les ponemos estereotipos y deseos propios, cuando los conocemos y no los cumplen, nos decepcionamos. Y Woody, en esta autobiografía, en ningún momento quiere quedar como un ídolo de masas que convirtió el cine en poesía, Woody se critica a sí mismo y narra su vida como un descontrol de hechos, de los que la mayoría tiene la culpa. A propósito de nada de Woody Allen es un libro honesto, la historia de la vida marcada por las incertidumbres. Es probablemente el mejor libro que se ha lanzado este 2020, pese a no haber leído todos los que se han presentado, este libro merece realmente la pena, sobre todo porque adentrarse en la mente de Woody no deja de ser más que maravilloso e inquietante a la vez. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. + Leer más |
A Woody Allen le ofrecieron escribir una columna semanal en el diario The New Yorker. Y entonces decidió que era un buen momento para ridiculizarlo todo: el cine, la educación, la literatura, la religión. Todo. Una vez por semana escribía una sátira sobre algún producto cultural prestigioso y asentado: para burlarse de las biografías, nos presentaba una ridícula biografía del conde de Sandwich, en la que mostraba los esfuerzos del gran inventor preparándose durante años, sus intentos infructuosos y fracasos sonados, poniendo el jamón afuera del pan, o tres rebanadas de pavo una encima de la otra, sufriendo hasta dar -tras una vida de búsqueda- con la fórmula de dos rebanadas de pan y una de carne al medio, su legado a la civilización occidental. O para poner en ridículo a las películas de terror, decide contarnos la historia del tenebroso conde Drácula... esa vez que por despiste, sale a la calle durante un eclipse solar. Y luego intenta esconderse en un armario hasta la noche, cuando el eclipse acaba, mientras sus anfitriones tratan de convencer al Conde de que deje de actuar como un niño y se sirva unas galletitas... O mi preferida: la historia de un detective de película. Un tipo duro, de gabardina y sombrero de ala ancha, al que le gustan las chicas y las balas. Y cómo un bombón en minifalda llega a su oficina... desesperada, con los ojos húmedos, dispuesta a pagar lo que sea si el detective consigue encontrar a alguien. A Dios. Así, una serie de cuentitos en los que Woody Allen se divierte tirándole la cola a nuestra cultura: el autor recurre constantemente a un humor absurdo, donde conocemos mafiosos que se apodan El Carnicero, El Herpetólogo y El Positivista Lógico. O la historia de un lector de Dostoievski, que en su ansia de buscar a Dios, y acosado por las dudas, tiene una sola certeza: Dios está en todas partes. En la comida, por ejemplo... así que se vuelve un obeso mórbido de tanto buscar comer más y más de Su presencia... chocolates, chuletas y cocacolas: si Dios está en todas partes, me lo tragaré, hasta la obesidad mórbida, pero santa. A pesar de que el autor usa siempre el mismo recurso (tomar un tema y revolverlo hasta el absurdo), la colección de cuentos no llega a cansarnos, por la variedad de temas y sobretodo por la desbordante imaginación de Allen, quien encuentra una y otra vez una vuelta de tuerca para tirarle un pastel en la cara a Freud, a Ingmar Bergman, al ajedrez, a la tradición judaica y a lo que se le ponga por delante. No es un libro que te vaya a cambiar la vida, no. Pero te vas a reír como idiota un par de semanas después de haberlo leído, y eso para mí es más que suficiente. + Leer más |
El eterno irreverente y transgresor Woody Allen, toma por asalto la literatura, y después de hacerlo en teatro y cine despedaza fundamentos culturales que abarcan desde la economía, la salud mental , la literatura, Lo hace con sorna, lo cuál consigue, por muy aludido que se sienta uno , arrancar una sonrisa. En cada uno de sus textos derrocha burla e ironía, que despedazan esos iconos culturales a los que apunta sus dardos venenosos, que no matan, pero como provocan escozor. Reconozco que me ha gustado el desenfado con que trata las diversas temáticas, y también reconozco que abomino al señor Allen por su petulancia disfrazada de muuuuy falsa inocencia o humildad. . El texto que más me ha gustado es su versión, a modo de cuento de " El conde Drácula" No lo califico alto porque por más que quiera no puedo desprenderme de la imagen de Woody Allen, machista, sexista, pervertido, y muchos epitetos más Solo lo perdono( un poco) porque he utilizado el cuento “ El conde Dracula” en mi labor como cuenta-cuentos… + Leer más |
"Cualquiera que alguna vez haya arrojado una cerilla encendida a la bodega de un buque cargado de municiones confirmará que el gesto más pequeño puede provocar una gran cantidad de decibelios." Que publiquen a Woody Allen siempre es motivo de alegría y entusiasmo por seguir descubriendo al genio de Brooklyn. Con su estilo particular, heredero de la comedia intelectual clásica de los Estados Unidos, y con querencia por el absurdo. Sus relatos, muchos publicados en revistas, se han ido compilando en este volumen, Gravedad Cero, que como en toda obra de relatos, los hay de todo tipo: buenos, excelentes o prescindibles. Si alguien se decide leer este libro es porque ya conoce a Allen, en cine o en sus excelentes memorias publicadas hace un par de años. Gravedad Cero no es una obra para iniarce en su mundo, más bien para zambullirse en su humor intelectual, la sonrisa necesaria en estos tiempos malhumorados y descubrir piezas humorísticas de calidad, extraordinario para picotear e ir leyendo poco a poco. Derrocha una imaginación inagotable y un humor inteligente marca de la casa. + Leer más |
Primer acercamiento a la obra literaria de Woody Allen y debo decir que ha sido todo un descubrimiento. Como actor y director he visto muchas de sus películas pero en su obra literaria no me había aventurado todavía y la verdad que he quedado maravillado. Es cierto que a cualquier persona que le guste el cine de Allen no va a encontrar nada nuevo o distinto en sus relatos ya que tienen la misma esencia que sus obras cinematográficas. Pero el hecho de leer sus historias en papel en lugar de verlas en la pantalla hace que sea una experiencia totalmente distinta, aunque sea inevitable imaginarnos a él o a Diane Keaton interpretando a los personajes de sus relatos. En esta ocasión estamos ante una antología de relatos bastante cortos, de unas 7-10 páginas, a excepción del último que es más extenso y es el más parecido a estar viendo una de sus películas, tanto por la historia como por los personajes y la ambientación. De resto nos encontraremos con historias extrañas, absurdas y desconcertantes, como la vida misma. Relatos tan extraños que van desde vacas homicidas, pasando por un animador de polluelos o un hombre reencarnado en langosta, hasta desentrañar los orígenes del nudo de corbata Windsor o del pollo General Tso. Eso sí, alguno de ellos con una ligera crítica social, como a la especulación de la compra de viviendas en Manhattan o a la repercusión mediática que pueden tener las palabras de personas famosas sacadas de contexto. Todo ello acompañado del absurdo y ácido humor que caracteriza a Allen. Con audacia e ingenio, Allen construye unos relatos a los que no hay que buscarles tres pies al gato, sino dejarse llevar por su prosa hilarante y sus desconcertantes premisas y pasar un buen rato de la mano del genio de Brooklyn. + Leer más |
Menos las últimas, que ya me han pillado cuasienclaustrada con madre, me he visto casi todas las películas de Woody Allen, había leído un par de cosas ("Cómo acabar de una vez por todas con la cultura" y "Cuentos sin plumas") e incluso tengo un disco suyo ("Wild Man Blues") tocando el saxo con su banda de jazz, así que definitivamente debo decir que me gusta Woody Allen, así que me he vuelto a divertir con su "Perfiles", aunque debo reconocer que no es bueno leer relatos cortos del mismo autor todos seguidos porque se saborean menos. El próximo libro de relatos que tengo pendiente ("La vida difícil" de Slawomir Mrozek) lo leeré dejando varios días entre uno y otro mientras acabo con "La chica del tren" que creo que no me va a acabar de convencer. Leer a Allen es como acompañarle en una de sus películas en uno de sus poliédricos monólogos mientras pasea por una exposición con Mia Farrow o Diane Keaton. De un tema a otro... sus temas, claro: sexo, libros, Dios, judaísmo, hipocondria, extraterrestres..., con su rico vocabulario, con un humor (negro las más de las veces) del absurdo a la lógica más aplastante y siempre muy divertido siguiendo las vidas y peripecias de unos personajes inventados absolutamente geniales. Por ejemplo, en uno de los relatos "El experimento del profesor Kugelmas", este profesor de humanidades cansado de lo aburrido de la vida conyugal con su segunda esposa, contacta con un mago para que ponga exotismo en su vida y metiéndose en una especie de armario del tiempo junto con un libro el profesor vive una aventura con Madame Bovary, ello con los consiguientes problemas que ocasiona su aparición en el libro ya que los cambios que introduce en la vida de la protagonista del libro cambian la trama del mismo y, por tanto, la historia de la literatura. En "La época nefanda que vivimos", un tal Willard Pogrebin que comienza el relato reconociendo haber disparado al presidente de los Estados Unidos, nos cuenta su vida en la que ha sido sometido a todo tipo de pruebas que harían las delicias de los seguidores de las teorías de la conspiración y que según él explicarían lo que acaba de hacer en lugar de haber acabado tocando a Mendelssohn en el contrabajo o bailando de puntas en alguna de las capitales del mundo, que habían sido sus primeras aspiraciones en la vida. Copio el primer párrafo de "Justo castigo", otro de los "Perfiles" del libro para que comprobéis el parecido de la prosa de Allen con los diálogos de sus películas y la parte casi autodescriptiva del mismo y, por cierto, que recomiendo el libro, sobre todo si os gusta el autor (si no soportáis las películas de Allen, no abráis el libro). "Que Connie Chasen sintiese recíprocamente por mí la atracción fatal que yo sentí por ella la primera vez que la vi, es un milagro sin precedentes en la historia de Central Park West. Alta, rubia, de altos pómulos, actriz, erudita, encantadora, irrevocablemente alienada, provista de un ingenio mordaz y observador sólo comparable en su poder de fascinación al húmedo y lascivo erotismo que sugería cada una de sus curvas, era el desiderátum por excelencia de todos los jóvenes de la fiesta. Que ella se liase conmigo, Harold Cohen, veinticuatro años, nariz larga, voz quejumbrosa, escuálido y dramaturgo en ciernes, era como poner un rebuzno al lado de una sinfonía. Es verdad que tengo cierta facilidad de palabra y puedo sostener una conversación sobre un repertorio amplio de temas, pero me pilló de sorpresa que aquella soberbiamente proporcionada aparición reparase en mis exiguas dotes de forma tan rápida y completa". Enlace: https://marinieves.blogspot... + Leer más |
Gregorio Samsa es un ...