La abadía de Tintern de William Wordsworth
[...] mis antiguos placeres en las fugaces iluminaciones de tus ojos salvajes. ¡Oh! ¡Mientras todavía pueda ver en ti un poco de lo que fui una vez [...] |
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La abadía de Tintern de William Wordsworth
[...] mis antiguos placeres en las fugaces iluminaciones de tus ojos salvajes. ¡Oh! ¡Mientras todavía pueda ver en ti un poco de lo que fui una vez [...] |
La abadía de Tintern de William Wordsworth
Pese a todo, yo, cuyos párpados se abrieron antes del sueño infantil, sigo aquí para escuchar una voz tímida, que pregunta en susurros "¿Quién será el próximo en caer y desaparecerá?". Nuestra arrogante vida está coronada de oscuridad [...] |
La abadía de Tintern de William Wordsworth
[...] ¡oh, permite que mi debilidad se agote!, dame, a mí, dotado de tan poca sabiduría el espíritu del sacrificio personal; dame la confianza en la razón; y en la luz de la verdad déjame vivir como tu siervo. |
La abadía de Tintern de William Wordsworth
Pero pregunta al pobre, al abyecto pobre, ve y pregúntale, si hay algo en esta fría abstinencia de acciones malintencionadas y entre estos inevitables actos de caridad con que satisfacer el alma humana. |
La abadía de Tintern de William Wordsworth
[...] ¡o lo que pueden procurar las solicitudes del amor!) ese primer suave contacto de simpatía y pensamiento, en el que encontraron a los suyos y un mundo donde había deseo y lamento. [...] |
La abadía de Tintern de William Wordsworth
¡Ha pasado ya ese melancólico sueño! No abandonaré tu orilla por segunda vez; porque ahora me parece que te amo más y más. Entre tus montañas yo sentí el regocijo de mi deseo [...] |
La abadía de Tintern de William Wordsworth
Adiós, adiós al corazón que vive solitario, alojado en un sueño, ¡lejos de la humanidad! Esa felicidad, dondequiera que se la conozca, debe ser compadecida, por su inefable ceguera. |
La abadía de Tintern de William Wordsworth
Nuestro nacimiento no es sino un sueño y un olvido: el alma que se levanta con nosotros, nuestra estrella vital, ha sufrido en otra parte su declinación y viene de lejos [...] |
La abadía de Tintern de William Wordsworth
[...] como estas criaturas dichosas vago; camino lejos del mundo, y de todo cuidado, pero tal vez regresen a mí otro día: la soledad, la pena, la angustia y la pobreza. |
La abadía de Tintern de William Wordsworth
Con lágrimas se paga el sufrimiento humano; y las esperanzas mortales vencidas y derrocadas las lamenta el hombre y no solo el hombre, como cree en su interior [...] |
La edad de la inocencia