Romeo y Julieta de William Shakespeare
Aquí pondré mi descanso eterno y sacudiré el yugo de las estrellas enemigas quitándolo de ésta carne harta del mundo. ¡Ojos mirad por última vez! ¡Brazos dad vuestro último abrazo! ¡Y vosotros, labios, puertas del aliento, sellad con legítimo beso una concesión sin término a la muerte rapaz!
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