La mujer de blanco de Wilkie Collins
Allí, en medio del camino, ancho y tranquilo, allí, como si hubiera brotado de la tierra como si hubiese caído del cielo en aquel preciso instante, se erguía la figura de una solitaria mujer envuelta en vestiduras blancas; inclinaba su cara hacia la mía en una interrogación grave mientras su mano señalaba las oscuras nubes sobre Londres…
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