La ciudad de las sombras de Victoria Álvarez
—¿Esa es entonces la educación que les dan a las mujeres en Inglaterra? —Arshad se detuvo de una forma tan abrupta que Raza casi chocó con él—. ¿Es que no tienen nada sagrado allí? —Por supuesto que sí, pero también tenemos un escritor llamado Oscar Wilde que decía que sólo las cosas sagradas merecen ser tocadas. Es difícil encariñarse con algo que no desciende nunca de su pedestal. (…) Eso también es aplicable a las personas. |