Obsidiana negra: Volume 1 de Victoria Quinn
Lo único que tenía que hacer era decirle que se había equivocado de hombre, pero tampoco lo hice. Nunca me había sentido más vivo, más excitado, de lo que me sentía en ese momento. Y no quería que dejara de golpearme nunca. —¡Para! —La amiga rubia apareció por detrás de ella y le sostuvo el brazo—. ¡No es él! |