Victoria Ocampo

"¡Se viene la avalancha, la avalancha de los recuerdos! Apartémonos, me digo. Los recuerdos, para una memoria como la mía, son minuciosos, instantáneos, fulgurantes. Se parecen a esa dolorosa electrización del brazo cuando uno tiene la mala suerte de golpearse el codo.
No es tiempo sino el espacio donde uno recupera el tiempo perdido. Está pegado a las cosas tanto como los olores o los sonidos." (Pág.242).

"Cuando compruebo con cuánta violencia seres y cosas que cruzan por mi vida se me clavan en el corazón, tiemblo al pensar en los desgarramientos futuros. El peligro no viene de afuera. Está dentro." (Pág.53).

"¡Viajar! Ha de ser triste. Me encariño demasiado con lo que me rodea. Viajar será para mí sembrar mi alma a los cuatro vientos. Me cuesta dejar un cuarto, una casa, un jardín, una ciudad, un paisaje, animales, gentes. Me duelen los cambios, como a los viejos los huesos con el variar brusco de la temperatura." (Pág.51).

creo que escribir, mi manera de escribir, es un modo de actuar como médium: yo me convierto en la persona.

La primavera es la estación de las bruscas sorpresas. El árbol que parecía pura madera oscura la víspera, amanece verde y tierno ante nuestros ojos atónitos. Pero el otoño es lento. Las hojas ponen bastante tiempo en amarillear y caen con desgano de la rama. El otoño es un andante. Uno ya no tiene prisa, aunque sabe que no tiene tiempo para decir: “Tengo tiempo”. En esa estación se puede por fin mirar lo que nos rodea por fuera y por dentro: “Examiner en soi les vérités profondes et regarder les fleurs qui sont sur le gazon."

Usted da gran importancia a que las mujeres se expresen, y a que se expresen por escrito. Las anima a que escriban a kind of books, hesitating at no subject however trivial or however vast.

así como la llegada gradual del morir es un proceso menos inconsciente que la llegada del nacer, el tránsito a la vejez es seguramente más consciente que el tránsito a la pubertad.

"Creo que no se puede viajar sin pagar en moneda de nostalgias. Sin sentir que le han rebanado tal o cual lugar donde uno estuvo." (Pág.51).

He vivido zambullida en sus libros estas últimas semanas. Es como decirle cuánto usted vive en mí en este momento y cuánto la admiro.

"Uno no se cura nunca de su infancia." (Pág.82).