El hombre en busca de sentido de Victor Frankl
Las únicas excepciones eran las de aquellos que habían perdido la voluntad de vivir y querían "disfrutar" de sus últimos días. De modo que cuando veíamos a un camarada fumar sus propios cigarrillos en vez de cambiarlos por alimentos, ya sabíamos que había renunciado a confiar en su fuerza para seguir adelante y que, una vez perdida la voluntad de vivir, rara vez se recobraba.
|