Divergente de Veronica Roth
Cuando Marcus me llame, caminaré hasta el centro de los tres círculos. No hablaré. Me ofrecerá un cuchillo y tendré que cortarme la mano y derramar sangre sobre el cuenco de la facción que elija.Mi sangre sobre las piedras. Mi sangre hirviendo sobre las brasas. Antes de sentarse, mis padres se ponen delante de Caleb y de mí. Mi padre me da un beso en la frente y da una palmada en el hombro a Caleb, sonriendo.—Nos vemos pronto —se despide, sin asomo de duda.
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