Noche en Tintagel de Verónica Pazos
Cada noche que pasaba estaba más convencido de que su presagio era cierto y Uther no tenía un destino esplendoroso, rutilante como una corona bajo la última luna, sino que más bien el futuro se le antojaba apolillado y carcomido, un pedazo incompleto de mapa, un hueco que, desesperado, intentaría llenar con conquistas sin comprender que jamas podría reconstruirlo de nuevo, recuperar su fulgor pasado.
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