Mujeres que compran flores de Vanessa Montfort
El cerebro es el que evoluciona y envejece, pero el corazón sigue siendo siempre niño hasta que deja de latir. Por eso puedes enamorarte de nuevo, porque es el corazón quien dirige. Cuando algo te hiere, es el cerebro en realidad quien lo registra, quien se traumatiza, quien olvida o no, quien lo racionaliza para superarlo. El corazón sólo sufre. No aprende. Cuando no nos damos la oportunidad de enamorarnos es porque la razón nos frena y nos aborta la misión antes de que ocurra. Pero el corazón no. El corazón se rige por otros parámetros. Los de las emociones. Las emociones son célula del corazón como las neuronas son las de nuestro cerebro. Por eso cuando el corazón pone las emociones en movimiento y se inicia esa reacción en cadena, es casi imposible frenarla. La razón puede ponerle obstáculos. Muchos. Pero, al igual que no podemos forzar que un cuadro atraiga o no, o que te emocione una canción, no podemos forzar con la razón aquello donde el corazón manda. |