Gallant de V. E. Schwab
Cuando tú estabas aquí, no había silencio. ¿No es curioso? El sonido que puede hacer un cuerpo. Odio el silencio, odio ser la única que hace ruido. Hago mucho, es como si pudiera engañarme para pensar que sigues aquí, aunque fuera de mi vista. A lo mejor me persigues. Qué pensamiento más reconfortante. A lo mejor aguardas en la oscuridad. Juro que la he visto moverse. |