Los límites de la interpretación de Umberto Eco
Parece que el lector joyceano ideal, aquejado por un insomnio ideal, es un modelo supremo de lector deconstruccionista ara quien cada texto es una pesadilla sin fin. Para tal lector no habrá interpretaciones críticas de Finnegans Wake sino más bien, una serie infinita de recreaciones originales. En otras palabras, hay lecturas que el Finnegans Wake no consiente. Esto no impide intentarlas. Pero es necesario saber que se está usando la obra de Joyce tal y como los medievales usaban la obra de Virgilio o los contemporáneos la de Nostradamus: siguiendo la técnica de los o -para intentar definiciones más nobles la técnica de la adivinación arcaica, que interrogaba el vuelo de los pájaros y las vísceras de los animales. Finnegans Wake es una imagen satisfactoria del universo de la semiosis ilimitada precisamente porque es un texto con todas las de la ley. Finnegans Wake tiene múltiples sentidos y múltiples interpretaciones; es un libro laberinto especular hasta el más sabio se pierde. |