Umberto Eco

No todas las verdades son para todos los oídos.

No son las noticias las que hacen el periódico sino el periódico el que hace las noticias.

Fragmentos de la cruz he visto muchos en otras iglesias. Si todos fuesen auténticos, Nuestro Señor no habría sido crucificado en dos tablas cruzadas, sino en todo un bosque.

"Cuando se dispone de poco tiempo lo peor es perder la calma"

Entrar en una novela es como hacer una excursión a la montaña: es necesario aprender a respirar, tomar un paso; de otra manera se detiene de inmediato.

Un sueño es una escritura y muchas escrituras no son más que sueños.

De pronto comprendí que a menudo los libros hablan de libros, o sea que es casi como si hablasen entre sí.

Sólo el bibliotecario, además de saber, está autorizado a moverse por el laberinto de los libros, sólo él sabe dónde encontrarlos y dónde guardarlos, sólo él es responsable de su conservación...

"Nada hay que infunda más valor al miedoso que el miedo ajeno."

"Por doquiera busqué la paz, sin hallarla más que en un rincón y un libro"

Busqué el reposo en todas las cosas, y nunca lo encontré a no ser en compañía de un libro

"El amor es una enfermedad rebelde, que sólo con el amor se cura, una enfermedad de la que el paciente no quiere curar, de la que el enfermo no desea recuperarse "

"Cuando cogemos un libro, no debemos preguntarnos qué dice, sino qué quiere decir."

Nada hay en el mundo, ni hombre ni diablo ni cosa alguna, que sea para mí tan sospechoso como el amor, pues éste penetra en el alma más que cualquier otra cosa. Nada hay que ocupe y ate más al corazón que el amor. Por eso, cuando no dispone de armas para gobernarse, el alma se hunde, por el amor, en la más honda de las ruinas.

Huye, Adso, de los profetas y de los que están dispuestos a morir por la verdad, porque suelen provocar también la muerte de muchos otros, a menudo antes que la propia, y a veces en lugar de la propia.

Oh, el amor tiene efectos muy diversos; primero ablanda el alma, luego la enferma... Pero más tarde ésta siente el fuego verdadero del amor divino, y grita, y se lamenta, y es como piedra que en el horno de calcina, y se deshacer y crepita lamida por las llamas...

Lo hermoso de haber amado, me decía, está en recordar que se ha amado.

"Cuando entra en juego la posesión de los bienes terrenales es difícil que los hombres razonen con justicia"

Por otro lado, ¿quién se lee los libros que reseñan los periódicos? No suele hacerlo ni quien hace la reseña...

Señores, estamos haciendo periodismo, no literatura.