Los límites de la interpretación de Umberto Eco
En el deslizamiento del sentido lo que cuenta, desde luego, no es la demostración, sino la convicción de que lo que ya se sabía sólo puede ser fortalecido por una especie de ensordecedora cacofonía del pensamiento, donde cada sonido es música y donde la armonía la pone la voluntad del adepto, que a toda costa quiere bailar al son de esa música.
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