Y todos miramos al cielo de Tommy Wallach
— Había pensado en hacer algo. —¿Ah, sí? —Si, Como hacer una llamada a Pagliacci's para que nos traigan algo a casa. Su padre le regaló una de sus sonrisas melancólicas, como si ya echase de menos algo que todavía no había desaparecido. La clase de sonrisa que hacía que a Eliza le entrasen ganas de llorar. —Por mí, perfecto —dijo. |