Guerra y paz de León Tolstoi
Los dos guerreros más poderosos con los que se puede contar son la paciencia y el tiempo.
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Calificación promedio: 5 (sobre 632 calificaciones)
/La escritora mexicana Ángeles Mastretta y la encantadora actriz Naian González Norvind nos deleitan con una entretenida charla que gira alrededor de tres obras clásicas de la literatura universal escritas por mujeres. Además, comparten un fragmento de "Arráncame la vida", obra emblemática de nuestra invitada. Para finalizar, Mastretta nos conmueve con una interesante anécdota sobre su contacto con los escritos originales de una de sus autoras favoritas. Libros leídos: Anna Karénina de Lev Tolstói Madame Bovary de Gustave Flaubert Orgullo y prejuicio de Jane Austen Arráncame la vida de Ángeles Mastretta Autores mencionados: Gustavo Sainz Émile Zola Guy de MaupassantCharles DickensGabriel García MárquezOctavio PazCarlos Fuentes Libros mencionados: Las flores del mal de Charles Baudelaire Lejos de Cassandra de Jane Austen La cabeza de mi padre de Alma Delia MurilloPedro Páramo de Juan RulfoLeonora de Elena PoniatowskaLa guerra de Galio de Héctor Aguilar Camín
Guerra y paz de León Tolstoi
Los dos guerreros más poderosos con los que se puede contar son la paciencia y el tiempo.
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Anna Karenina, 2 de León Tolstoi
No hay régimen de vida al que el hombre no pueda habituales, sobre todo si ve que a su alrededor hay gente que vive como él.
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Anna Karenina, 2 de León Tolstoi
No debemos pensar si estamos o no preparados. La bondad no puede estar a merced de manos mortales ni de inteligencias humanas. A veces reciben la gracia aquellos que no están preparados para ella.
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Anna Karenina de León Tolstoi
En principio, no había nada extraordinario en lo que había dicho, pero para él ¡qué inefable significado, imposible de expresar con palabras, encerraba cada sonido, cada movimiento de sus labios, de sus ojos, de sus manos! Se intuía una súplica de perdón, así como una muestra de confianza, y también una caricia, una caricia tímida y dulce, unida a una esperanza, una promesa y un amor (...)
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La tormenta de nieve de León Tolstoi
Si miras hacia arriba, la primera impresión es de claridad, te parece que a través de la niebla puedes ver las estrellas; pero las estrellitas escapan a tu vista y se elevan cada vez más y más, y solo ves la nieve que se derrama sobre tu rostro y sobre el cuello del abrigo...
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Anna Karenina de León Tolstoi
(...) habían entablado su propia conversación, o, mejor dicho, una suerte de comunicación misteriosa que cada minuto que pasaba los unía más, despertando en ambos un sentimiento de alegre temor ante el territorio desconocido en el que se estaban internando.
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Anna Karenina de León Tolstoi
No sabe usted lo que daría por poder seguir albergando dudas. Cuando dudaba, mi situación era penosa, pero no tanto como ahora. Cuando dudaba, aún me quedaba alguna esperanza; ahora ya no me queda ninguna, y, sin embargo, sigo dudando de todo. Sí, de todo.
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Anna Karenina de León Tolstoi
Ese brillo resplandecía en sus ojos fascinantes, verdaderamente enigmáticos. La mirada cansada y a la vez apasionada de esos ojos, rodeados de un cerco oscuro, sorprendían por su sinceridad incuestionable. Cualquiera que se asomaba a esos ojos se figuraba conocerla por entero, y ya no podía dejar de amarla.
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Anna Karenina de León Tolstoi
«No —se dijo Levin—, por bella y sencilla que sea esa vida de trabajo, jamás podré adoptarla. La amo a ella».
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Anna Karenina de León Tolstoi
—No tengo derecho a entrar en todos los detalles de tus sentimientos, y hasta lo considero inútil y perjudicial —empezó diciendo Alekséi Aleksándrovich—. Al escarbar en nuestras almas, corremos el riesgo de que salgan a la luz cosas que bien podrían quedar ocultas. Tus sentimientos son asunto de tu conciencia.
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El nombre de la nación desde donde se organizan los juegos cada año es...