Bestias de la noche de Tochi Onyebuchi
Recojó la pala que dejó el chico y veo la comatosa cara del aki. Los ojos del niño que estamos enterrando están en blanco. Sin iris,. No hay color en ellos. Su piel se volvió azul. Sus labios están secos. Se fue. Devorado. Él ha cruzado
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