Lejos del mundanal ruido de Thomas Hardy
Era el suyo ese afecto sólido que surge (si es que llega a surgir) cuando al conocerse dos personas descubren primero los aspectos más ásperos de sus respectivos caracteres y desconocen los mejores hasta mucho después, mientras el amor va creciendo en los intersticios de una dura masa de realidad prosaica. [...] este sentimiento mixto resulta ser el único amor más fuerte que la muerte: ese amor que ni el agua puede saciar, ni las inundaciones pueden anegar; en comparación con él lo que normalmente entendemos por pasión resulta evanescente como el vapor.
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