Los elementales de Michael Mcdowell
-Está bien -dijo Luker-. Admitamos que las mujeres Savage son esposas aceptables. Pero lo cierto es que, como madres son una porquería. -¡Para nada! -Barbara, no sabes lo que dices. ¿Por qué intentas defender a una muerta? -Marian Savage... -¡Las madres Savage se comen a sus hijos! -exclamó Luker! |