El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac
Le dije que ese cuadro iba a venderse, que se vendería con toda seguridad, e incluso por mucho dinero, porque los seres humanos están destrozados y buscan cosas destrozadas. Porque los seres humanos están enfermos y podridos y lo saben, pero fingen sólo por miedo estar sanos y ser buenos. Y porque así es más fácil.
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