Una educación de Tara Westover
No eres oropel, que brilla con determinada luz. La persona en la que te conviertas, la persona que llegues a ser, es quien siempre has sido. Ha estado en ti desde el principio. No en Cambridge, sino en ti. Eres oro. Y que regreses a la BYU, o incluso a la montaña donde naciste, no cambiará quien eres. Es posible que cambie la manera en que te ven los demás, y aun la manera en que te ves a ti misma, pues hasta el oro parece mate con cierta iluminación. Sin embargo, eso solo es apariencia. Y siempre lo ha sido.
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