Una educación de Tara Westover
«Eras mi niña. Tendría que haberte protegido.» Viví toda una vida en el momento en que leí esas dos frases, una vida que no era la que en realidad había vivido. Me convertí en otra persona, que recordaba otra infancia. No entendí la magia que obraron aquellas palabras, y sigo sin entenderla. Solo sé que, cuando confesó que no había sido para mí la madre que desearía haber sido, se convirtió en esa madre. |