La condesa sangrienta de Tara Moss
Spektor me había parecido raro, cierto, pero tampoco había viajado mucho. ¿Quién era yo para juzgar lo que era extraño tras haber crecido en un pueblo como Gretchenville? Sí, teníamos nuestra buena cantidad de muertes raras y de escándalos, incluso un niño secuestrado por un pedófilo. Con semejantes monstruos por ahí, ¿tanto costaba creer en vampiros?, ¿En fantasmas?. |