Libérame de Tahereh Mafi
La soledad es una cosa muy extraña. Se te encarna, quieta y silenciosa, se sienta a tu lado en la oscuridad, te acaricia el pelo cuando duermes. Se enreda en torno a tus huesos, apretándote tan fuerte que casi no puedes respirar. Deja mentiras en tu corazón, yace a tu lado por la noche, succiona la luz de cada rincón. Es una compañera constante que toma tu mano solo para derribarte cuando intentas levantarte. Te despiertas en la mañana y te preguntas quién eres. No puedes dormir por las noches y tiemblas. Dudas dudas dudas. ¿Sí? ¿No? ¿Deberé? ¿Por qué no? E incluso cuando estás lista para dejarla ir. Cuando estás lista para liberarte. Cuando estás lista para ser completamente nueva. La soledad es una vieja amiga de pie junto a ti en el espejo, mirándote a los ojos, retándote a vivir tu vida sin ella. No encuentras las palabras para luchar contra ti, para luchar contra las palabras que te gritan que no eres suficiente nunca suficiente nunca nunca suficiente. La soledad es una compañera amargada y miserable. A veces simplemente no te deja ir. |