Sylvia Plath
Nunca podré reunirte íntegramente, juntar, pegar, articular como corresponde rebuznos de mula, gruñidos de cerdo, obscenos graznidos provienen de tus grandes labios.
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Sylvia Plath
Nunca podré reunirte íntegramente, juntar, pegar, articular como corresponde rebuznos de mula, gruñidos de cerdo, obscenos graznidos provienen de tus grandes labios.
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Ariel de Sylvia Plath
Pero no para de brillar, creo que me quiere. No me importaría si fueran huesos o un broche de perlas. Igual, este año no pretendo demasiado de un regalo. Después de todo, si estoy viva es por casualidad. Me hubiera matado con gusto la otra vez de una forma o de otra. |
Dime mi nombre de Sylvia Plath
Morir Es un arte, como todo. Yo lo hago extraordinariamente bien. Tan bien que me parece el infierno. Tan bien que me parece real. Lo mío, supongo, es como un llamado. |
La campana de cristal de Sylvia Plath
Si ser neurótica es querer dos cosas mutuamente excluyentes a un mismo tiempo, entonces soy una neurótica perdida. Volaré de una cosa excluyente a otra y otra para el resto de mis días.
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La campana de cristal de Sylvia Plath
Si uno no espera nada de alguien nunca se siente desilusionado.
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La campana de cristal de Sylvia Plath
Me sentía muy tranquila y muy vacía, como debe de sentirse el ojo de un tornado que se mueve con ruido sordo en medio del estrépito circundante.
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La campana de cristal de Sylvia Plath
No tenía nada que ver conmigo, pero no podía evitar preguntarme qué se sentiría al ser quemado vivo de la cabeza a los pies.
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Ariel de Sylvia Plath
El color, un púrpura insulso, afluye donde el golpe. El resto del cuerpo queda como usado, del color de una perla. En una cavidad rocosa el mar sorbe obsesivo; pivota sobre un hoyo el mar entero. No mayor que una mosca, la marca del destino repta pared abajo. El corazón se cierra, el mar se bate en retirada, los espejos están amortajados. |
Ariel de Sylvia Plath
El chorro de sangre es poesía, no hay modo de frenarlo. Tú me acercas dos niños, dos rosas. |
Ariel de Sylvia Plath
El agua estancada me envuelve los labios, los ojos, nariz y oídos, un celofán transparente que no puedo desgarrar. |
Ariel de Sylvia Plath
La perfección es terrible, no puede tener hijos. Fría como el aliento de la nieve, lamina el útero donde los tejos soplan como hidras y el árbol de la vida y el árbol de la vida sueltan sus lunas mes tras mes, sin propósito. El flujo de la sangre es el flujo del amor, sacrificio absoluto. Significa: ningún ídolo más que yo, que yo y que tú. |
Ariel de Sylvia Plath
Por las raíces de mi pelo un dios me sujetó. En sus voltios azules eché chispas como un profeta del desierto. Las noches se esfumaron de mi vista como el párpado de un lagarto: mundo de días blancos y pelados en cavidad sin sombra. Un hastío rapaz me enclavó en este árbol. Si él fuera yo, haría lo que hice. |
Ariel de Sylvia Plath
No puedo más, estoy exhausta: un pilar de blancura en un apagón de cuchillos. Soy la ayudante del mago, la que nunca se inmuta. |
Ariel de Sylvia Plath
Si la luna sonriese, se te parecería. Das la misma impresión de algo bello, pero aniquilador. Las dos sois grandes receptoras de luz. Su boca en forma de O se angustia por el mundo; la tuya no se altera, y es que tu don primero es convertirlo todo en piedra. |
Ariel de Sylvia Plath
Y el cuchillo no cortaría, sino que ingresaría puro y limpio como el llanto de un niño y el universo se me desprendería del costado. |
Ariel de Sylvia Plath
Pero, por dios, las nubes son como algodón. Un ejército entero. Son monóxido de carbono. Dulce y afablemente las inhalo llenándome las venas de invisibles, de millones de probables partículas que van tachando años de mi vida. |
Ariel de Sylvia Plath
La luna no es una puerta. Es una cara en sí misma, tan blanca como un nudillo y horriblemente apenada. Tira del mar como de un oscuro crimen, y guarda silencio con la gran O boquiabierta de la absoluta congoja. |
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Ariel de Sylvia Plath
Mientras el cielo, gusanera de sonrisas acumuladas, pasa nube tras nube. Y el ramo de la novia se deshace en frescura, el alma es una novia en un lugar tranquilo, y el novio se sonroja, olvidadizo, no tiene rasgos. |
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¿Quién mata al elfo Dobby?