La campana de cristal de Sylvia Plath
-¿Qué tal si trata de decirme lo que usted cree que va mal? Di vueltas a las palabras con suspicacia, como si fueran redondos, pulidos guijarros que pudieran sacar de pronto una garra y convertirse en otra cosa. ¿Lo que yo creía que iba mal? Dicho así, tenía la impresión de que nada iba realmente mal, solo yo pensaba que iba mal. |