Ariel de Sylvia Plath
La perfección es terrible, no puede tener hijos. Fría como el aliento de la nieve, lamina el útero donde los tejos soplan como hidras y el árbol de la vida y el árbol de la vida sueltan sus lunas mes tras mes, sin propósito. El flujo de la sangre es el flujo del amor, sacrificio absoluto. Significa: ningún ídolo más que yo, que yo y que tú. |