El éxtasis de Gabriel de Sylvain Reynard
Ella dio un paso adelante, insegura, pero la sensación de no llevar ropa interior le resultó agradable y liberadora. —Podría beberte como si fueras champán —susurró Gabriel. Ella se puso de puntillas para besarle la mejilla. —A ver si me enseñas tus trucos de seducción. —Sólo si tú me enseñas a amar. |