Voces de Chernóbil de Svetlana Aleksiévich
La abuela nos encerraba en el desván. Se ponía de rodillas y rezaba. Y nos decía: «¡ Rezad! Esto es el fin del mundo. Es el castigo de Dios por todos nuestros pecados».
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Voces de Chernóbil de Svetlana Aleksiévich
La abuela nos encerraba en el desván. Se ponía de rodillas y rezaba. Y nos decía: «¡ Rezad! Esto es el fin del mundo. Es el castigo de Dios por todos nuestros pecados».
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