Voces de Chernóbil de Svetlana Aleksiévich
«Mamá, me he imaginado la escena. La tierra de Chernóbil. Nuestra casa. Brilla el árbol de Año Nuevo. Y una gente sentada a la mesa cantando canciones revolucionarias, canciones de la guerra. Como si en su pasado no hubiera existido ni el gulag, ni Chernóbil». Y sentí pánico. No por mí, sino por mi hijo. No tiene ya a dónde regresar.
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