Stephenie Meyer

Me hallaba de pie en la sombra que proporcionaba la esquina de un destartalado edificio de tres pisos, en un intento por pasar desapercibida esperando a que alguien tomara una decision.

-Entonces, ¿deque tienes miedo?- murmuró mirándome con atención.
Pero no pude contestarle. Olí su gélida respiración en mi cara como solo lo había echo una vez. Me derretía ante ese aroma dulce y delicioso. De forma instintiva y sin pensar, me incliné más para aspirarlo.
Entonces Edward desapareció.

De tres cosas estaba absolutamente segura. Primera, Edward era un vampiro. La segunda, había una parte de él y no sabía si era la parte dominante, sedienta por mi sangre. Y la tercera estaba incondicionalmente e irrevocablemente enamorada de él

-¿Mucho?
-¿Exactamente cuantas veces sería "mucho "
- Oh,no.
-No te acomplejes-me susurro al oído-.
Si pudiera soñar sería contigo. Y no me avergonzaria .

Ahora sabes que nadie ha amado a alguien como yo te he amado...

Había algo terriblemente erróneo en el orden del universo si alguien tan bondadoso y tan frágil no merecía un ángel de la guarda que la mantuviese a salvo.

My life was an unending, unchanging midnight. It must, by necessity, always be midnight for me. So how was it possible that the sun was rising now, in the middle of my midnight?

Could a dead, frozen heart beat again? It felt as though mine was about to.

¿Puede un corazón muerto y helado volver a latir? Yo sentí que el mío estaba a punto de hacerlo.

Amarla sería igual que una caída: un acto que no requiere el menor esfuerzo.

No te avergüences. Si pudiera soñar, sería contigo. Y no me avergonzaría de ello

I knew what had to happen now. The girl wold have to come sit biside me, and I would have to kill her.

Edward Cullen.

La envidia salvaje que emanaba de sus pensamientos -envidia de quienquiera que esa chica prefiriese por encima de él- puso nombre a mi emoción súbitamente.
Estaba celoso.

He caminado todo este tiempo entre los míos y los hombres, y me he considerado completo sin comprender qué estaba buscando , sin encontrar nada porque tú aún no existías.

Podía quedarse para siempre y seguiría sin ser demasiado tiempo. Los segundos que pasaban contaban más que nunca; cada segundo la cambiaba, mientras que yo permanecía inmutable.

Cuando me tocó, fue mucho más profundo y sosegad que el fuego abrasador, como la roca derretida deslizándose debajo de la tierra. Demasiado profundo como para sentir su calor, pero moviéndose inexorablemente, cambiando hasta los mismos cimientos de su mundo a su paso.

No los dejes que te cojan, cariño. Sigue las líneas. El tío Jeb ha preparado un lugar seguro para ti.

Percibí su olor como la arremetida de un ariete, el estallido de una granada. No había una imagen lo bastante violenta para abarcar toda la fuerza de lo que me sucedió en ese momento.

Su pena me llenó los ojos de lágrimas. No sospechaba que se preocupara tanto por mí. Casi tanto como lo que yo me preocupaba por ella. No había dado cuenta de que nos queríamos.

No te acomplejes. Si pudiera soñar, sería contigo. Y no me avergonzaría de ello.