La química de Stephenie Meyer
—¿Y cómo puedes estar seguro de lo que sientes? Estás pasando por la experiencia más traumática de tu vida. Acabas de perder a tu mundo entero. Lo único que te queda es un hermano en quien no confías del todo, su secuestradora-barra-torturadora y Arnie. Así que supongo que era una cuestión de moneda al aire que sintieras apego hacia mí o hacia Arnie. Es un síndrome de Estocolmo de libro, Daniel. Soy la única hembra humana que queda en tu vida; no tienes más opciones. Piénsalo racionalmente, considera el mal momento que es para esto. No puedes confiar en sentimientos que han aflorado en pleno tormento físico y mental severo. —Lo consideraría, si no fuera por una cosa. —¿Y cuál es? —Que ya te deseaba antes de que fueses la única hembra humana en mi vida. |