Christine de Stephen King
Corrió hacia Christine, desafiando en su carrera a sus emociones confusas y a esa aurora de realización; corrió hacia ella de la misma manera que un alcohólico corre hacia un consuelo cuando los temblores y los estremecimientos llegan a tal punto que ya no puede pensar en nada más que en su alivio; corrió de la manera que los condenados corren hacia su destino fatal; corrió como un recién casado se apresura hacia el lugar en donde le espera su novia. Corrió porque, una vez dentro de Christine, ninguna de estas cosas importaba: |