Amigo imaginario de Stephen Chbosky
Kate Reese no era una madre terrible. Era muy buena. Ser la madre de Christopher era lo único en lo que era muy buena. Y una maldita perra estaba imitándola a la perfección para convencerla de lo contrario. Algo quería que Christopher se tomara las pastillas. Algo quería que su hijo durmiera. Algo quería a su hijo.
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