Miedo de Stefan Zweig
Era de esa clase de mujeres que podemos considerar coquetas, incluso frívolas, aunque con un carácter burgués tan marcado que necesitan atenerse a un orden incluso en el adulterio y, si se entregan al libertinaje, deben darle un aspecto doméstico, por decirlo de algún modo; hasta el sentimiento más inconfesable debe disfrazarse pacientemente con la máscara de la cotidianidad
|