Momentos estelares de la humanidad de Stefan Zweig
El destino impulsa a los poderosos y a los violentos. Durante años se convierte en el esclavo servil y sumiso de un solo hombre -César, Alejandro Magno, Napoleón-, pues ama al hombre elemental, que se asemeja a él, incontenible elemento. Pero a veces, en contadísimas ocasiones a lo largo de todos los tiempos, llevado por un peregrino humor se echa a los pies de algún indolente. A veces, y estos son los momentos más asombrosos en la historia universal, el hilo de la fatalidad cae durante una fracción de segundo en unas manos por completo incompetentes. [...] Pues tan solo por un segundo se entrega lo grande al insignificante. Y al que desaprovecha ese momento, jamás le concede una segunda oportunidad.
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