Juego Previo: Intimidades Universitarias de Sophie Jordan
Pero a veces lo que deseas no es realmente lo que necesitas.
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Juego Previo: Intimidades Universitarias de Sophie Jordan
Pero a veces lo que deseas no es realmente lo que necesitas.
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Alma de fuego de Sophie Jordan
Él nada, acercándose mucho más. Bocanadas de humo salen desde mi nariz. No quiero que suceda. Pero simplemente...pasa. Por lo general tengo más poder sobre el, pero el miedo me ha despojado de mi control. Los instintos Draki toman el relevo. Mi corazón late en mi pecho mientras él se acerca. Sé el momento preciso en el que él me ve. Él se congela, el agua se aquieta, hundiéndose un poco, sus labios cepillando la línea de flotación. Nos miramos el uno al otro. Va a pasar ahora. Él llamará a los demás. Ellos pulularan sobre mí como depredadores hambrientos. Recordando a Papá, trato de no agitarme. Estoy segura de que él no tembló, y no se acobardo hasta el final. Además yo tengo algo, una defensa que papá no tenía. Fuego. Entonces él se mueve, nada más cerca en un fácil deslizamiento. Un músculo se mueve en su mandíbula, y algo revolotea en mi vientre. Él no luce rudo, como yo había imaginado. No luce malvado. Él luce... curioso. Él pone una mano en la cornisa y se empuja al interior. Junto a mí. No más de un pie nos separa. Músculos estrechos ondulan en sus brazos y sus bíceps se presionan mientras él se prepara para ponerse de cuclillas, sus dedos ligeramente rozando el suelo de la cueva. Nuestras miradas se arrastran sobre la del otro. Dos extraños animales inspeccionándose entre sí por primera vez. + Leer más |
Alma de luz de Sophie Jordan
—Hola —me saluda, con esa voz aterciopelada que me produce escalofríos. —Hola —le respondo, y señalo los peces—. Buena captura. —Sí. Estoy bastante impresionado conmigo mismo. Siempre había pensado que las pelirrojas eran muy atractivas... —Ja, ja, ja... Me refería a la pesca. —Ah, sí —replica, y levanta la ristra para admirarla antes de dirigirme la vista de nuevo—. ¿Cómo te sientes hoy? |
Reino de Sombras de Sophie Jordan
El mundo como era en realidad, cómo era verdaderamente vivir en el... Eso me lo había enseñado Fowler.
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Alma de luz de Sophie Jordan
Por otro lado, en Will no hay nada sencillo. Vuelvo a pensar en lo que puede hacer —doblegar la tierra, resistir el efecto de los ocultadores, su inmensa fuerza—, y me parece manifiestamente inexacto considerarlo humano. Sin embargo, tampoco puedo pensar en él como en un draki. Y eso me resulta muy triste. Will no pertenece a ningún lugar, a ningún mundo: ni al de los humanos ni al de los drakis. «Pero me pertenece a mí», me digo, y esa convicción sigue ahí, tan insensata y peligrosa como siempre, introduciéndose en mis huesos y mi corazón. Es un hecho que no cambiaría ni aunque pudiese. |
Alma de niebla de Sophie Jordan
Y entonces el grupo se mueve y veo a Will. Lo devoro con los ojos, que me duelen de mirarlo tan intensamente. El tozudo mechón castaño le sigue cayendo sobre la frente. Su marcada mandíbula sigue siendo tan implacable como siempre. Está aquí. Will que ha cumplido la promesa que me hizo. Y luego pienso que no, que es imposible. (…) Puede que haya llegado hasta aquí accidentalmente. A lo mejor se ha separado de su grupo y se ha perdido, hasta tropezar con nuestra niebla…
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Alma de niebla de Sophie Jordan
Y luego solo puedo pensar que se trata de Will. Will, al que tanto he echado de menos y al que creía que había perdido. Will, con el que he soñado. Will, que me ha salvado una y otra vez, al que yo misma salvé de un peligro. Will, que me ama cuando todas las razones señalan que no debería. Al que yo amo a pesar de todas las razones por las que no debería. Will, al que tengo que dejar. De nuevo. |
Alma de fuego de Sophie Jordan
Su mirada me encuentra. Él avanza hasta mi mesa y yo contengo la respiración, esperando que pase de largo. Solo que no lo hace. Se detiene, y el roce de sus zapatos en el suelo es como un largo arañazo por mi columna vertebral. Tan cerca veo unos ojos cuyo color no logro decidir. Verde, marrón, dorado…: si miro con demasiada intensidad, me pierdo, me mareo. |
Alma de fuego de Sophie Jordan
Su mirada se posa en mi boca. —No recuerdo cuál fue la última vez que algo me gustó de verdad —dice con voz ronca, tan bajo que apenas lo oigo. Es más una sensación Sus palabras resuenan por todo mi cuerpo, pulsando una cuerda tan profunda que estoy segura de que hay una razón para todo esto. Una razón para que nos hayamos encontrado el uno al otro, primero en las montañas y luego aquí. Una razón. Algo más. Algo más grande que una coincidencia. |
Alma de fuego de Sophie Jordan
—Bueno, supongo que eso responde a mi pregunta —dice una voz aterciopelada que me sobresalta. Doy un brinco y agarro la almohada como si fuera a usarla como arma. Will está en el umbral, dando sorbos de una taza de viaje metálica y enfundado en una camiseta gris que le marca los hombros y el pecho, y me deja sin aliento. —¿Qué pregunta? —inquiero a duras penas. —Si por la mañana serías tan preciosa como lo eres durante el resto del día. —Oh |
Reina de Fuego de Sophie Jordan
En lo que a mí respecta, la oscuridad había pasado y vivía en la luz
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Reina de Fuego de Sophie Jordan
La vida está llena de opciones…Pero es probable que no te guste ninguna
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Reina de Fuego de Sophie Jordan
Seguramente, mi destino era algo más que sobrevivir. Tenía que existir algo más allá de la diaria supervivencia. ¿Cuál era mi objetivo en la vida?
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Reina de Fuego de Sophie Jordan
Nadie vivía mucho tiempo Afuera. Nadie vivía mucho tiempo especialmente conmigo. La historia me lo había enseñado. Lo sabía y lo había aceptado. Sin embargo, no detuvo mi voluntad de luchar |
Reina de Fuego de Sophie Jordan
Siempre viví en la oscuridad. Con moradores de la oscuridad y muerte, muerte y moradores de la oscuridad. Ambos eran intercambiables pero lo mismo y, por algún milagro, yo todavía estaba vivo
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Reina de Fuego de Sophie Jordan
Me encontraba en medio de la oscuridad. Claro que, como yo no podía ver, la oscuridad era lo único que había conocido toda mi vida. Vivía en mí, encima de mí, como cicatrices escritas sobre mi piel |
El nombre de la nación desde donde se organizan los juegos cada año es...