Mil besos prohibidos de Sonsoles Ónega
Nunca se olvidó de él. El olvido no sé domestica, ni se ensaya. Tampoco se aprende a olvidar. Es un verbo que no debería tener conjugación.
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Mil besos prohibidos de Sonsoles Ónega
Nunca se olvidó de él. El olvido no sé domestica, ni se ensaya. Tampoco se aprende a olvidar. Es un verbo que no debería tener conjugación.
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