Sonia Rosado
Cuando la paciencia se marchite sobrevivirán las palabras para desafiar a la ignorancia.
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Sonia Rosado
Cuando la paciencia se marchite sobrevivirán las palabras para desafiar a la ignorancia.
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OJALÁ ME AMES: Relatos de tres décadas de amor y desamor de Sonia Rosado
La forma en la que acaricia mi cabello pasando suavemente sus largos dedos entre mis mechones rizados, para consolarme, y la manera en que, a continuación, limpia con agua y jabón mi herida, como si mi piel fuese el delicado pétalo de una flor, me hace sentir que valgo algo, que soy un bien preciado.
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LA NOVIA ROJA Y EL MAL DEL CARIBE: Una novela de misterio, amor y aventuras de Sonia Rosado
Desde que Paquita me habló de Cozumel, la isla se adhirió a mi piel como un tatuaje. No podía desprenderme de ella, ni siquiera cuando mi labor de costurera requería mi máxima atención. Al despertar me asomaba a la ventana y, en lugar de las cuatro palmeras raquíticas que adornaban la avenida, veía enormes cocoteros brillando bajo el sol. Desayunaba bizcochos dorados como las arenas del mar y un zumo turquesa dulcísimo, mezcla de arándanos con papaya y otras frutas tropicales. En momentos nostálgicos arramplaba con todas las botellas de zumo disponibles en el supermercado y regresaba a casa, rauda como un leopardo, a llenar la bañera con el líquido azulado. A veces, incluso, sacaba a mis peces naranjas del acuario y los arrojaba al néctar de la bañera; algunos, pobres, perecían al instante y ascendían a la superficie, donde flotaban como nenúfares.
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EL INFIERNO RESPIRA DOS VECES: Los hijos de las nubes: Una novela de amor, intriga y acción de Sonia Rosado
Los días se parecían demasiado. No había gran diferencia entre el ayer, el hoy y el mañana. Y sé que así continúa siendo diez años después. Nada, o muy poco, salvo la declaración de guerra, ha cambiado. Por eso me es tan fácil recordar que en Smara el sol abría sus ojos y calentaba la arena escarchada. La luz bañaba la tierra seca y coloreaba las dunas bajas. La brisa creaba el sonido metálico de las llantas colgadas sobre alambres en los corrales de la wilaya. El agua comenzaba a hervir en las teteras mientras el pan se cocía en los hornos de gas.
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EL DON MÁS CODICIADO DEL MUNDO: Si lo posees querrán dominarte de Sonia Rosado
Es de madrugada cuando sus manos se elevan y tocan el aire, y sus dedos, todos a la vez, comienzan a jugar con él. Primero son bailarines de ballet que, ejecutando una danza sutil y elegante, lo acarician y lo miman. A los pocos segundos se transforman en los instrumentos de un hábil músico que ahora lo golpean con fuerza, rompiéndolo, destrozándolo, hasta que, agotados, vuelven a moverse despacio para convertirse en dibujantes que pintan hermosas y diminutas burbujas, las famosas burbujas en el aire que tanto disgustan a Sara.
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La edad de la inocencia