El amor de Simone Weil
El que ama se muestra indiferente a sus miserias, su sufrimiento, su indignidad, en tanto sepa que aquello que ama es feliz.
|
Calificación promedio: 5 (sobre 10 calificaciones)
/El título, Una filosofía nueva y muy antigua, corresponde a Simone Weil: lo anotó en una libreta que comenzó a escribir en septiembre de 1940, justo al iniciar su exilio en Marsella huyendo de la ocupación nazi. Páginas después escribió: Una filosofía es una determinada manera de concebir el mundo, a las personas y a sí mismo. Y una determinada manera de concebir implica una determinada manera de sentir y una determinada manera de actuar. Esta libreta precede al conjunto de Cuadernos de Marsella (enero 1941 mayo 1942), espacio intelectual y vital donde Simone Weil elabora lo fundamental de su pensamiento. En la conferencia nos acercaremos a los Cuadernos de Marsella como lugar de una escritura que es pensar, búsqueda de la verdad, ejercicio de atención que implica una transformación metódica de sí misma. Laia Colell Aparicio (Barcelona, 1979) es licenciada en Humanidades por la Universitat Pompeu Fabra, donde también obtuvo el DEA con una investigación sobre los "Cahiers" de Simone Weil. En 2004 funda la Asociación A Bao A Qu, dedicada a proyectos que vinculan creación y educación desde una triple perspectiva artística, social y pedagógica. Desde entonces compagina la dirección de proyectos en dicha entidad con la investigación y con la traducción de obras como La fable mystique de Michel de Certeau o La hipótesis del cine de Alain Bergala. Es autora de múltiples artículos y conferencias sobre pedagogía del cine y sobre Simone Weil.
El amor de Simone Weil
El que ama se muestra indiferente a sus miserias, su sufrimiento, su indignidad, en tanto sepa que aquello que ama es feliz.
|
Echar raíces de Simone Weil
La noción de obligación prima sobre la de derecho, que está subordinada a ella y es relativa a ella. Un derecho no es eficaz por sí mismo, sino sólo por la obligación que le corresponde. El cumplimiento efectivo de un derecho no depende de quien lo posee, sino de los demás hombres, que se sienten obligados a algo hacia él. La obligación es eficaz desde el momento en que queda establecida. Pero una obligación no reconocida por nadie no pierde un ápice de la plenitud de su ser. Un derecho no reconocido por nadie no es gran cosa. Carece de sentido decir que los hombres tienen, por un lado, derechos, y por otro, deberes. Esas palabras sólo expresan puntos de vista diferentes. Su relación es la del objeto y el sujeto. En sí mismo, un hombre sólo tiene deberes, entre los que se cuentan algunos para consigo mismo; los demás, desde su punto de vista, sólo tienen derechos. A su vez, hay derechos cuando a ese hombre se le considera desde el punto de vista de los demás, obligados para con él. Un hombre solo en el universo no tendría ningún derecho pero sí tendría obligaciones. (Inicio de la Primera parte : Las Necesidades del Alma) + Leer más |
|
|
La amistad de Simone Weil
De la misma forma que cuando se vuelve a ver a un ser querido tras una ausencia prolongada, lo importante no son las palabras que con él intercambian, sino sólo el sonido de su voz que nos asegura su presencia.
|
Simone Weil
La plenitud del amor al prójimo estriba simplemente en ser capaz de preguntarle: “¿cuál es tu tormento?”
|
El deseo de Simone Weil
La vulnerabilidad de las cosas preciosas es hermosa, porque la vulnerabilidad es una señal de existencia.
|
La amistad de Simone Weil
Toda amistad es impura si existe en ella el deseo de agradar o el deseo contrario. En una amistad perfecta, estos dos deseos están absolutamente ausentes. Los dos amigos aceptan ser dos y no uno, respetan la distancia entre ellos, establecida por ser dos criaturas distintas.
|
La amistad de Simone Weil
No existimos para fundirnos en totalidades abstractas, sino para perseverar en nuestra propia singularidad única e irrepetible. Esto no quiere decir vivir aisladamente, sino con el compromiso de la amistosa aproximación con las otras maneras de vivir que eligen los otros.
|
La amistad de Simone Weil
allí donde ya la esperanza no sirve, porque se ha perdido toda, la existencia humana, vacía de proyecto vital y de intención, aparece en todo su valor, pues el valor de la vida es voluntad, querer vivir, y aun cuando la suerte nos ha abandonado, esperar atentos.
|
Gregorio Samsa es un ...