Los viejos amigos de Sílvia Soler
Fingió que el calor de su mirada, que le lamía los brazos desnudos y la línea del cuello hasta la clavícula, ni siquiera le rozaba la piel.
|
Los viejos amigos de Sílvia Soler
Fingió que el calor de su mirada, que le lamía los brazos desnudos y la línea del cuello hasta la clavícula, ni siquiera le rozaba la piel.
|