Imágenes de la imaginación de Sigifredo Esquivel Marín
Para Feuerbach los órganos especiales de la filosofía son corporales: la cabeza (fuente de actividad, libertad e infinitud metafísica), el corazón (fuente de padecimiento, finitud, necesidad y sensualismo) y el sexo (fuente misteriosa de goce, deseo y sujeción). La intuición y el pensamiento se encarnan en un sujeto vital y no en un yo abstracto, pues sólo ahí hay vida y verdad a flor de piel de la existencia. De ahí que Feuerbach se enfrente, simultáneamente, a dos flancos: al idealismo del espíritu (Hegel) y al de la naturaleza (Schelling).
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