Un chico cualquiera: Aprendiz de gigoló de Sibila Freijo
Se dio cuenta de que lo que había empezado como una locura sin ningún sentido iba poco a poco tomando cuerpo para convertirse en realidad. Hacía tan solo unas cuantas semanas estaba triste, deprimida, sin ganas de nada y ahora tenía entre manos algo que realmente le interesaba y, aún mejor, algo que no tenía nada que ver con el amor, el puto amor de los cojones. Se dedicaría en cuerpo y alma a hacer que aquella empresa funcionara. Forrarse. Eso era lo importante...
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