La lotería de Shirley Jackson
El señor Summers hablaba con frecuencia a sus vecinos de hacer una caja nueva, pero a nadie le gustaba modificar la tradición que representaba aquella caja negra.
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La lotería de Shirley Jackson
El señor Summers hablaba con frecuencia a sus vecinos de hacer una caja nueva, pero a nadie le gustaba modificar la tradición que representaba aquella caja negra.
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La maldición de Hill House de Shirley Jackson
Uno nunca sabe lo que va a querer hasta que lo ve con claridad.
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Hangsaman de Shirley Jackson
No se deben quebrantar las normas sagradas de la magia, pensó Natalie adormilada. Nunca desees nada hasta que esa cosa esté a tu disposición. No intentes hacer que ocurra algo hasta que esté a punto de ocurrir.
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La maldición de Hill House de Shirley Jackson
Era una casa vil. Con las palabras fluyendo libremente en su mente, experimentó un escalofrío y pensó, Hill House es vil, es una casa enferma; márchate de aquí de inmediato.
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La maldición de Hill House de Shirley Jackson
Una persona enfadada, o alegre, o aterrorizada, o celosa, llegará tozudamente hasta extremos de conducta imposibles en cualquier otro momento.
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Siempre hemos vivido en el castillo de Shirley Jackson
- No puedo evitarlo cuando veo que la gente está asustada; siempre me entran ganas de asustarla aún más.
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La maldición de Hill House de Shirley Jackson
Hill House, nada cuerda, se alzaba en soledad frente a las colinas, acumulando oscuridad en su interior; llevaba así ochenta años y así podría haber seguido otros ochenta años más. En su interior, las paredes mantenían su verticalidad, los ladrillos se entrelazaban limpiamente, los suelos aguantaban firmes y las puertas permanecían cuidadosamente cerradas; el silencio empujaba incansable contra la madera y la piedra de Hill House, y lo que fuera que caminase allí dentro, caminaba solo.
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Siempre hemos vivido en el castillo de Shirley Jackson
"Nunca dejes que vean que te afecta - me decía Constance, y añadía -: Si les haces caso, será peor". Probablemente tenía razón, pero yo deseé que estuvieran muertos.
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La maldición de Hill House de Shirley Jackson
—El miedo —dijo el doctor— es el abandono de la lógica, el abandono voluntario del pensamiento razonable. O nos entregamos a él o lo combatimos, pero en esto no hay medias tintas.
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Siempre hemos vivido en el castillo de Shirley Jackson
Decidí escoger tres palabras poderosas, tres palabras que me protegieran; mientras esas grandes palabras no se pronuncian en voz alta no se produciría ningún cambio.
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El reloj de sol de Shirley Jackson
Todos ustedes quieren que el mundo entero cambie para que ustedes sean distintos. Pero yo no creo que la gente cambie solo porque haya un nuevo mundo.
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Siempre hemos vivido en el castillo de Shirley Jackson
–¿Qué lees, querida? Qué bonita imagen, la de una mujer con un libro. –Estoy leyendo El arte de cocinar, tío Julián. –Excelente. |
La maldición de Hill House de Shirley Jackson
¿Por qué estoy haciendo esto? ¿Por qué estoy haciendo esto? ¿Por qué no me detienen?
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Siempre hemos vivido en el castillo de Shirley Jackson
Me llamo Mary Katherine Blackwood. Tengo dieciocho años y vivo con mi hermana Constance. A menudo pienso que con un poco de suerte podría haber sido una mujer lobo, porque mis dedos medio y anular son igual de largos, pero he tenido que contentarme con lo que soy. No me gusta lavarme, ni los perros, ni el ruido. Me gusta mi hermana Constance, y Ricardo Plantagenet, y la Amanita phalloides, la oronja mortal. El resto de mi familia ha muerto
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La maldición de Hill House de Shirley Jackson
Siempre he creído que sólo tenemos miedo de nosotros mismos…No…lo que nos da miedo es vernos al desnudo, sin disfraces ni máscaras
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El reloj de sol de Shirley Jackson
La gente no está hecha para mirar hacia dentro. Por eso tenemos cuerpo, para ocultar el alma.
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La maldición de Hill House de Shirley Jackson
No estés tan asustada todo el tiempo- dijo, y alargó la mano para rozar la mejilla de Eleonora con un dedo -. Nunca sabemos de dónde surge nuestro coraje
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La maldición de Hill House de Shirley Jackson
El miedo –replicó el doctor– es el abandono de la lógica y de la razón.
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El nombre de la nación desde donde se organizan los juegos cada año es...