A mil kilómetros de ti de Shirin Klaus
¿Alguna vez has sentido mariposas en el pecho? Yo no, y solo he oído hablar de mariposas en el estómago, pero te juro que aletearon un millón de animalitos en mi corazón.
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A mil kilómetros de ti de Shirin Klaus
¿Alguna vez has sentido mariposas en el pecho? Yo no, y solo he oído hablar de mariposas en el estómago, pero te juro que aletearon un millón de animalitos en mi corazón.
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A mil kilómetros de ti de Shirin Klaus
Amar a veces es dejar marchar, permitir que el otro siga su camino, aunque este lo aleje de ti.
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A mil kilómetros de ti de Shirin Klaus
A veces, es imposible salir a flote hasta que tocas fondo y puedes impulsarte con los pies para subir.
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A mil kilómetros de ti de Shirin Klaus
-No, todo habría sido diferente porque no tendrías las cosas tan claras. -¿Qué quieres decir con eso? -A veces, es imposible salir a flote hasta que tocas fondo y puedes impulsarte con los pies para subir. |
No está el horno para cruasanes de Shirin Klaus
—¿Qué podrías enseñarme? —¿Qué has hecho hasta ahora? —respondió ella con otra pregunta. —Pues... no sé... muchas posturas: el misionero, el perrito, la cuchara y el tenedor, la carretilla, el sesenta y nueve... aunque supongo que ése lo haré mucho mejor ahora, la postura de se ha caído la pastilla de jabón, el rompecojines, el dragón... —¿Pero qué Kamasutra tienes tú, por Dios? ¿De dónde se supone que has sacado esos nombres? ¿Te los inventas tú? —Qué va. ¿Es que no te suena la carretilla? ¿Ni la cuchara? —Con la que me has matado ha sido con la postura de «se ha caído la pastilla de jabón». Eso qué es, ¿sexo carcelario? |
Bailando espero al hombre que yo quiero de Shirin Klaus
Yo de ti me quedaría con el hombre que te provoca incendios.
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A mil kilómetros de ti de Shirin Klaus
Si te sobra dinero cuando te mueres, has hecho mal las cuentas de la vida.
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A mil kilómetros de ti de Shirin Klaus
Si te sobra dinero cuando te mueres, has hecho mal las cuentas de la vida.
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A mil kilómetros de ti de Shirin Klaus
La gente dice que somos las cosas que nos pasan pero, en realidad somos las decisiones que tomamos.
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A mil kilómetros de ti de Shirin Klaus
-¿Qué tienen que ver los tatuajes con todo esto? -¿Tú sabes lo que cuestan los tatuajes que lleva ese tío? Varios miles de euros. No sé cuantos años hace que se los hizo, pero tenía ese dinero y, en lugar de guardarlos o invertirlo, lo que hizo fue fundírselo en tattoos. Decisiones, Ali, la gente dice que somos las cosas que nos pasan, pero en realidad somos las decisiones que tomamos. |
A mil kilómetros de ti de Shirin Klaus
-Nos han vendido que el amor todo lo puede. Que es maravilloso y que es la energía que mueve el mundo. Puede que tengan razón, pero también es verdad que, a veces, el amor no todo lo vale. Ni tampoco todo lo puede. En ocasiones, el amor no es suficiente y lo mejor para ambas partes es dejar ir.
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Luces, cámaras, ¡corazón!: Volume 1 de Shirin Klaus
«No tienes que hacer esto, Emma. Tú eres perfecta tal y como eres». Creo que nadie me ha dicho nunca algo tan bonito, chicas, así que yo os lo repito a vosotras con la esperanza de que tenga el mismo efecto que tuvo en mí: el de liberación. Sois perfectas tal y como sois, no intentéis tener un cuerpo que no tenéis. Comed sano y equilibrado, haced deporte cada día y sed vosotras mismas. Sed felices. No os dejéis engañar por las pasarelas ni por las revistas de moda. Esas chicas no son reales. Son chicas que viven por y para su peso. Son chicas infelices esclavas de sus cuerpos. Sed vosotras mismas, sed perfectas.
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Luces, cámaras, ¡corazón!: Volume 1 de Shirin Klaus
—Hay cosas que no se olvidan, Miles —dijo Emma con estudiada camaradería—, y las cosas que estas chicas hacen por la gente a la que admiran sin duda son inolvidables.
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Luces, cámaras, ¡corazón!: Volume 1 de Shirin Klaus
—¿Acostumbrado a esto? —Abrazas y besas a chicas por trabajo. —¿Soy un gigoló? —sonrió James. —Eres actor, que es peor, porque encima tienes público —replicó Emma, también sonriendo. |
Luces, cámaras, ¡corazón!: Volume 1 de Shirin Klaus
—Trucos de belleza que se aprenden con el tiempo, Míster Testosterona. —Bien, pues a partir de ahora te llamaré Miss Potato. —¿Miss Potato? ¿Por qué? —¡Te desmontas! |
No está el horno para cruasanes de Shirin Klaus
«¿De verdad quieres abrirle?», se preguntó a sí mismo. «Claro.» «¿Y qué pasa si viene sólo a por sexo?» «Que sexo tendrá.» «Pero tú quieres más.» «Y también quiero sexo. Soy un tío.» «Pero tú quieres más», insistió la voz en su cerebro. «Claro que quiero más. Lo quiero todo. Incluso las migajas que me da.» |
¿A quien baila Raquel en la fiesta en la casa de los hidalgo?